Jasel Contreras
martes, 9 de octubre de 2012
¿Por qué vemos telenovelas?
domingo, 31 de julio de 2011
La historia de Iván y Lucía
Si acaso debo subrayar, como punto negativo, las recurrentes consecuciones de extreme close up, que si bien nos permitían tener ese acercamiento con el personaje, la carencia de una toma más abierta, nos privaba de la expresión corporal del actor, recordar que también se habla con el cuerpo; además, complicaban la correcta percepción de algunos momentos de cercanía entre dos o más personajes, sobre todo en las conversaciones y los momentos románticos. Un claro ejemplo se presenta en el capítulo final, cuando Camilo (Gabriel Soto), en su agonía, rehace los lazos de amistad con Iván (David Zepeda); esta conversación era muy complicada de seguir, pues la emoción era interrumpida con cada salto de toma a la cara de uno u otro según les tocara hablar.
viernes, 20 de mayo de 2011
Los Olvidados
martes, 19 de abril de 2011
Entradas y Entremeses
¿Quién puede negar lo mágico que es escuchar la entrada de la novela al principio de esta?, la sensación de estar dejando al mundo real atrás para adentrarte en una fantasía, la música que reclama entera atención esa magia que hacía mucho no siento. Ahora ya no hay nada así, la mayoría de las telenovelas ponen la entrada a la media hora, no sé por qué. Y de las pocas que empiezan con sus créditos ninguna consigue robarme la atención.
La entrada de una novela es mucho más que imágenes, créditos y la canción de moda. Por lo menos para mí, así es. En mis recuerdos esta la entrada de Alborada que invadía los sentidos con la inconfundible voz del tenor Placido Domingo, y la de Corazón Salvaje 1993 que es prácticamente un llamado a las armas.
Hace poco la telenovela Soy tu Dueña, retomo la tradición, con su tema “Golondrinas Viajeras”. Aunque sin llegar a ser aquel toque de guerra, para los televidentes. Un claro ejemplo de que una canción de moda, que pega mucho y no enriquece la historia es “Me enamore de ti”, Corazón Salvaje 2009, una canción muy sonada y bonita, sin embargo, no enmarcaba con certeza a la producción.
La canción “Cuando me enamoro” del melodrama homónimo, pudo convertirse en un verdadero himno. La gente la cantaba, en todos lados y a todas horas, pero le restaba fuerza él parecer como entremés. Teresa, también tuvo una canción icónica, e insisto imagínense que cada vez que dieran las 6:00 de la tarde (depende de su uso horario) se escucharan esas inconfundibles notas de tango.
No sé qué función o porque razón las telenovelas ahora tienen entremeses, pero sí sé que sigo esperando el regreso de la magia y del llamado a las armas. Y si alguien que lea estas líneas sabe qué pasa, pues que diga.
domingo, 10 de abril de 2011
De escritores e historias de amor
En esta telenovela las cosas pasan, no se detiene en pequeñeces, han pasado tantas cosas en estas semanas que con el ritmo común se necesitarían 6 meses para contar. Y no es por ser recién el comienzo, porque a veces pasa, los primeros días o el primer par de semanas, van que ni hechas la mocha y luego se quedan en lo mismo meses; hoy nos queda claro que este es el ritmo de la historia. Aunque hay situaciones que requieren tiempo para gestarse, por ejemplo la odisea de Iván en los E.U.A.
Otro punto a favor es la actualidad y veracidad de las situaciones que viven los personajes. Espero no le pasen todas a una sola persona real, pero cuantos paisanos no han pasado por aquel calvario para realizar “el sueño americano” o cuantos padres no viven su misma angustia al desconocer la suerte de sus hijos. Angustia que compartimos, con cada capítulo y también compartimos con Iván el enojo, la tristeza, la nostalgia, con Lucía la indecisión, incredulidad y el amor. Sentimientos que nos dejan siempre con ganas de ver aunque sea un minutito más.
Técnicamente es una verdadera joya, con una excelente fotografía que deja ver la hermosura del estado de Sonora y los actores, sin palabras, un aplauso para el gran Pedro Armendáriz, Rosa María Bianchi, que grande es usted, a la señora Delia Casanova nunca la había visto actuar que gusto. A los jóvenes David Zepeda y Sandra Echeverría que no se han dejado opacar por el elenco mayor y un aplauso muy especial para el elenco infantil/juvenil, Renata Notni y Adriano Zendejas se portaron como los grandes.
Esta es una telenovela de las grandes de esas inolvidables historias de amor. Y... si conozco bien a la señora Zarattini, aún nos falta mucho por ver.
lunes, 13 de diciembre de 2010
Sucedió en Zacatillo
Celebremos y sintámonos dichosos porque lo que ha sucedido en Zacatillo es un acontecimiento que hace mucho no veíamos, hemos sido testigos de una telenovela. La historia de una cantante que tras un atentado de muerte por parte de su representante se refugia en un pintoresco pueblo llamado Zacatillo.
Sin hacer mucho ruido, esta historia se convirtió en la favorita de chicos y grandes. Una historia original de Pedro Pablo Quintanilla. Con personajes frescos y llenos de vida. Un elenco maravilloso que supo combinar la experiencia y la juventud, el drama y la comedia.
Mis felicitaciones para todo el elenco y la producción en general. Extrañare, sobre todo, a Zoraida y Gudelia, quienes hicieron una mancuerna extraordinaria. En ocasiones veía la telenovela solo por ellas, aunque el resto del elenco también me hacía pasar momentos muy gratos, en compañía de mi familia.
Desde el momento en que supe que la estrenarían, algo me dijo que era una buena historia, luego al saber quiénes la protagonizaban me dio mucho gusto; sobre todo por Ingrid Martz, quien desde que la vi en Amor Real, me pareció una gran actriz. Luego la comedia, temía que cayeran en lo vulgar o simplistas, pero no, la mayoría del tiempo Zacatillo fue un entretenimiento apto para toda la familia. Hasta los villanos daban risa, sin tener que ser tonto. Con el respeto que me merece la señora Zapata, mi villana favorita fue Adriana (Carmen Becerra), es que, de repente nada le salía bien y luego su mamá que en veces era su conciencia y otras ella tenía que regañarla por portarse mal; además el final de estas dos estuvo de lujo, mira que terminar descamando pescado después de matar a buena parte de las truchas de Gabriel, el karma perfecto.
Del final puedo decir que en general me gusto mucho, para todos los personajes me pareció algo más que adecuado y me tomaría 20 hojas escribir lo que me gusto de cada uno. Las elecciones, la boda, el final de Pepita, de Lichita, Ely, etc. Por eso solo diré que de todos mis favoritos fueron, el de Carretino y Tencha, hasta las lágrimas me conmovió cuando esta última llega a la estación de autobuses y le dice “buonanotte princhipeso” y el de la novela en su totalidad cuando el elenco canta el corrido de Zacatillo, simplemente hermoso.
Por supuesto tuvo sus detallitos, por ejemplo la muerte de Alejandro que desentono con el resto de la novela y también el romance de Pepita y Lorenzo que me pareció de momentos la hacían ver a ella como una loca.
Solo me resta darles las gracias a todos, desearles suerte en los próximos premios TVyNovelas, en los que tienen todo mi apoyo y también suerte a todos en sus próximos proyectos, los cuales estaré esperando.
P.D. Valió la pena la espera Sra. Lucero Suárez.
miércoles, 18 de noviembre de 2009
La Esperanza
Nietzsche dijo una vez: “La esperanza es el peor de los males, porque prolonga las torturas de los hombres”, no podría estar más de acuerdo. Como olvidar todos los momentos de agonía que viví durante meses, pensado que algo impediría que Corazón Salvaje 2009 viera la luz, y no fue hasta la transmisión de primer capítulo que finalmente perdí toda ilusión.
Dejando de lado las comparaciones con la versión 1993, este melodrama, que hoy por hoy se transmite en horario estelar, sea manejado bajo una serie de “estrategias” publicitarias que ofenden la inteligencia del televidente.
Para empezar la selección de los protagonistas se dio por dedazo, solo por el morbo que pudiera causar ver a la madre de los hijos de Luis Miguel, en pantalla; ¿dónde quedo el casting!?
Luego, como han destrozado lo que con tanto trabajo escribió Caridad Bravo Adams y que María Zaratini convirtió en obra maestra, para la televisión, eso que actualmente tiene la osadía de llamarse “Corazón Salvaje”, no es otra cosa que “Yo compro esa mujer” disfrazado; solo porque no querían más capítulos, de haberse tomado la molestia de leer el libro original sabrían que hay mucha más tela de donde cortar, ¡pero no! tenían que hacer su mutante.